Por Fabiola Martínez, reportera, Julia Le Duc y Rubén Villalpando, corresponsales
México, DF. Honduras es el principal país que expulsa menores no acompañados y que intentan llegar (o ser llevados por desconocidos) a Estados Unidos.
Durante el primer cuatrimestre del año, México repatrió a 107 bebés y niños que no iban con un familiar y a 740, igualmente entre cero y 11 años de edad, acompañados por algún adulto que transitaban rumbo al norte, según un reporte de la Secretaría de Gobernación.
El INM informó, por su parte, que tiene un programa de atención a menores, cuyo objetivo es brindar un retorno asistido.
Estos temas serán revisados el viernes en un cónclave regional para analizar las políticas migratorias de los países, incluido Estados Unidos.
Niños deportados, con daños físicos y emocionales
Niños y adolescentes mexicanos deportados por autoridades de Estados Unidos llegan a la frontera tamaulipeca con daños físicos y emocionales, y son ingresados a albergues temporales en espera de regresar a sus lugares de origen y reecontrarse con sus seres queridos.
Se trata de menores que de estados como San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz, Michoacán, entre otros, partieron hacia el norte del país sin la compañía de un adulto y que tras internarse sin documentos a la nación vecina, por el rio bravo o el desierto, fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza.
Ya en territorio mexicano, los niños y adolescentes deportados, varones en 90 por ciento de los casos, son ingresados a un albergue del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para que reciban techo, alimentación y atención medica. En abril pasado se registraron 171 menores y en mayo 208.
Ismael Duque Sierra, director del Centro de Atención al Menor Fronterizo de Matamoros, informó que en el refugio se atienden las necesidades básicas de los deportados, mientras el área jurídica del DIF comienza a contactar a sus familiares.
En abril pasado, uno de los adolescentes deportados llegó al Centro de Atención al Menor Fronterizo con las rodillas descarapeladas y lesiones en las piernas, producto de largas horas de caminar en el desierto, junto a su madre, que también fue capturada por la Patrulla Fronteriza, y deportada.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, unos 400 indocumentados que también serán deportados a su país llegaron vía aérea a El Paso Texas, procedentes de San Antonio, Houston y Dallas entre el 14 y 15 de junio. Entre ellos están 110 niños que tienen entre uno y 10 años de edad.
Remitidos por el Servicio de Inmigración y Naturalización de los Estados Unidos, los migrantes -en su mayoría centroamericanos que serán procesados- viajan esposados si tienen 15 años de edad o más.
Por pasar ilegalmente a Estados Unidos, los menores de 15 años que son deportados e intentan en segunda ocasión ingresar a ese país se les aplican normas jurídicas y reciben condenas a prisión de uno a seis años.
Un estudio del Colegio de la Frontera Norte (Colef), con sede en Matamoros, reveló cómo un alto porcentaje de los menores deportados desarrolla una fijación para regresar al norte, sin importar los riesgos que ello implique.
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