Con Ávila Lizárraga en Pemex, el gran crecimiento de Oceanografía

* Los contratos comenzaron a fluir de forma inesperada, irreal: Martín Díaz Álvarez

* Amado Yáñez y sus brazos derechos, únicos responsables del fraude a Banamex, asegura
Periódico La Jornada
Ante las imputaciones de Amado Yáñez Osuna, quien es investigado por la Procuraduría General de la la República (PGR) por el quebranto de 455 millones 281 mil 789 pesos en agravio de Banamex, Martín Díaz Álvarez rechazó ser el responsable del fraude cometido en contra de la institución bancaria.

En su declaración rendida ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), de la cual posee una copia La Jornada, Díaz Álvarez negó formar parte del grupo que fraguó el desfalco en contra de la institución bancaria, y destaca que a partir de la llegada del amigo de Yáñez, Mario Ávila (Lizárraga), a la subdirección de Mantenimiento y Logística de Petróleos Mexicanos (Pemex), los contratos comenzaron a fluir de forma inesperada, irreal e increíble, donde 100 por ciento de la flota con la que se contaba o contrataba directamente el ingeniero Yáñez era puesta en algún contrato de forma inmediata.

Por cierto, el ex funcionario, quien ocupó el cargo de febrero de 2010 a noviembre de 2012, ya es investigado por la expedición de facturas presuntamente falsas, confirmó recientemente el director de Pemex, Emilio Lozoya.

Relación regulada

Díaz Álvarez insistió en que su relación con el dueño de Oceanografía fue regulada mediante un contrato de prestación de servicios, que no fue socio y que nunca manejó operaciones financieras, administrativas o de negocios de Oceanografía, porque sus servicios estaban limitados a la asesoría en materia financiera, aseveró:

Amado Yáñez o su gente consiguieron con Pemex cartas que yo nunca había visto que algún funcionario de la paraestatal emitiera, en donde se culpaban ellos por estas irregularidades sobre facturas y estimaciones.

Además, Díaz Álvarez señaló que desde diciembre de 2012 se desvinculó totalmente de Oceanografía y que se fue a Querétaro para crear Libertad Servicios Financieros, a raíz de las imputaciones de mala gestión que tiene el señor Yáñez y que dañó, sostuvo, su reputación.

No dudo que Yáñez haya tenido participación en los medios de comunicación en el mes de febrero, cuando comenzaron los ataques a mi persona, indicó, y cuestionó la declaración ministerial del dueño de Oceanografía del 2 de mayo pasado, en la que lo acusó de ser el responsable del fraude a Banamex.

Todas y cada una de las operaciones que hizo Oceanografía las autorizó él (Yáñez), y usó brazos derechos, como Leonardo Olavarrieta, Jorge Terán, Joaquín García y Alberto Duarte; ellos son los verdaderos operadores de la compañía, los brazos y los tentáculos que Amado utiliza para perpetrar o realizar las operaciones que piensa.

Aseguró ante el Ministerio Público Federal: parece increíble que se preste la autoridad siquiera a escuchar a unas personas que tienen cero credibilidad en su forma de actuar de años, y retó a que el dueño de Oceanografía presente una prueba, una firma mía en cualquier documento y que compruebe que él gestionaba este tipo de operaciones fraudulentas o falseadas para defraudar al banco.

Cuestionó: la autoridad lo que debería hacer es buscar el rastro de ese dinero, saber quién tiene esos más de 500 millones y cómo se esfumaron; saber quién los autorizó para poder usarlos, porque ciertamente yo no tengo firmas en ninguna chequera ni tengo un centavo producto de este fraude.

Reveló que Oceanografía operaba factoraje desde 2008 –antes de hacer tratos con Yáñez– con diversas instituciones bancarias, entre ellas Banamex, y que en aquella época la línea vencida de crédito con dicho banco sumaba 900 millones de pesos. Incluso, desde aquel entonces dicha institución financiera había decidido cerrar la línea de crédito, porque detectó facturas falsas, además de rentas vencidas por 120 millones de dólares con un armador estadunidense llamado Otto Candies, por incumplimiento en el pago de una flota rentada de 22 embarcaciones, problema que quedó superado con refinanciamiento a 44 pagos.

En su declaración, Díaz Álvarez dijo también que un tema superálgido al que llamó el monstruo de siete cabezas fue la situación fiscal de la compañía, debido a la falta de control y de registros contables auditables, así como el pago al SAT, IMSS e Infonavit. Temas en los que, aseguró, no tiene nada que aportar, porque esos asuntos Yáñez se los encargó a Zaidel Terán Sandoval y a Oliver Fernández Mena.

PUBLICACIÓN ORIGINAL: http://www.jornada.unam.mx/2014/06/24/politica/015n1pol

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