•Al presentar su análisis sobre este delito las organizaciones que integran el Observatorio Nacional Ciudadano advierten sobre la creciente participación de jóvenes en la comisión de secuestros
•Las modalidades de secuestro han evolucionado a tal grado que este delito se ha adecuado a las dinámicas sociales para continuar siendo redituable.
•Para generar políticas efectivas, es fundamental identificar las distintas modalidades de secuestro, ya que cada una conlleva diversas consecuencias
México, DF, a 26 de agosto del 2014.- Por su impacto y capacidad de generar victimas colaterales, el secuestro sigue siendo la principal asignatura pendiente en materia de seguridad para las autoridades de los tres órdenes de gobierno y de los tres poderes de la Unión, ya que la estadística de denuncias mantiene una tendencia a la alza en este delito desde que alcanzó su máximo histórico en octubre del 2013, advierte el documento «Análisis Integral del Secuestro en México. Cómo entender esta problemática» que se presentó hoy en la Ciudad de México.
Acompañado de diversos líderes ciudadanos que han participado activamente en el combate al secuestro desde hace varios años como Alejandro Martí e Isabel Miranda de Wallace, el director general del ONC, Francisco Rivas advirtió que a pesar de los esfuerzos que se han hecho en esta materia, no se ha logrado reducir de forma significativa y efectiva este delito, y por el contrario, las modalidades de secuestro han evolucionado a tal grado que este delito se ha adecuado a las dinámicas sociales para continuar siendo redituable.
«Cada una de las autoridades que le ha tocado brindar respuestas a la ciudadanía sobre el secuestro, ha tratado de diseñar e implementar estrategias precisas con la finalidad de disminuir los índices de secuestro que se han registrado en nuestro país, sin embargo, los resultados no han sido permanentes. La autoridad no sido capaz de transformar la comisión de secuestros en una actividad riesgosa, es decir, con altos costos de oportunidad para los delincuentes», comentó el doctor Rivas.
El estudio, elaborado a partir de cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, revela una mayor participación de jóvenes en el delito de secuestro, ya que hay una creciente correlación entre los ingresos a centros penitenciarios de adolescentes por el delito de secuestro y las denuncias por entidad.
Un estudio elaborado por la organización Control Risks afirma que la región Asia/Pacífico y América Latina son las zonas que concentran la mayor cantidad de secuestros a nivel mundial. El estudio del ONC establece que en América Latina se concentra el 23% de los secuestros siendo México, Venezuela, Colombia, Guatemala y Brasil, los países que presentan mayores índices de este delito.
En nuestro país, destaca el análisis, la región que durante el primer cuatrimestre de 2014 ha mantenido las tasas de denuncia por secuestro por cada cien mil habitantes más altas es el noreste, principalmente al problema de seguridad latente en Tamaulipas pues recordemos que la tasa cuatrimestral es 465% mayor que la nacional y que la presencia de secuestros múltiples es más frecuente en esta entidad de la región.
«Dadas las características de este problema estatal de seguridad es evidente que este no puede ser resuelto únicamente a partir de planes especiales u operativos conjuntos, pues no debemos olvidar que se trata de un fenómeno que surge de las fallas institucionales para atender problemas sociales», comentó por su parte Héctor Larios, presidente del ONC.
El documento de 166 páginas resalta la incertidumbre de que las procuradurías de justicia de las entidades federativas no estén actuando conforme a la Ley cuando se suscita un secuestro exprés o formas alternativas del secuestro; en consecuencia, existe subregistro de este delito en algunas entidades.
Además, la estadística refleja que el secuestro de migrantes es una realidad que aqueja a miles de víctimas y que constituye un riesgo importante para estas mientras están en el territorio; sin embargo, «resulta preocupante la falta de información de calidad sobre secuestro de migrantes pues ello evidencia que lamentablemente no es una de las prioridades del gobierno de la República, ni de los gobiernos de las entidades federativas».
Con base en los resultados de esta investigación, el ONC emitió algunas recomendaciones ya que «la autoridad no puede asumir con normalidad a la comisión de este delito y los ciudadanos debemos asumir un rol proactivo y corresponsable para erradicar este fenómeno».
1. Para generar políticas públicas y estrategias adecuadas en la materia, es fundamental identificar y cuantificar las distintas modalidades de secuestro, ya que cada una conlleva diversas consecuencias las cuales dependen en gran medida del objetivo que se persigue así como de la duración de este. Claramente no es lo mismo combatir el secuestro exprés que un secuestro tradicional o político. En este sentido, requerimos información desagregada para generar diagnósticos más puntuales en las entidades federativas.
2. Supervisar que las procuradurías estatales apliquen la Ley General en la materia para catalogar los secuestros de tal forma que los criterios habituales y cotidianos que rigen sus actividades pasen a segundo término.
3. Atender el secuestro exige visualizar este problema no sólo como uno de seguridad pública sino que se deben impulsar y fortalecer políticas públicas que favorezcan la creación de oportunidades para los jóvenes pues como se demostró, su rol en el secuestro es importante.
4. Concretar el equipamiento de todos los centros penitenciarios del país con bloqueadores de señal de telefonía celular, de radiocomunicación, o de transmisión de voz, datos o imagen.
5. Más allá de la narrativa gubernamental es necesario mejorar la sistematización de información y coordinación entre las autoridades en lo referente al secuestro de migrantes. En este sentido, urgimos a que las autoridades utilicen de manera armónica las plataformas tecnológicas disponibles para generar un diagnóstico certero de las dimensiones y alcances del secuestro de migrantes.
El reporte completo se encuentra disponible para su consulta y difusión en la página del Observatorio en www.onc.org.mx
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