* Como buen empresario, Larrea aspira a contar con una televisora y el Grupo Televisa le da las gracias
Definitivo, en este espacio no se defiende nada y mucho menos lo indefendible.
La historia de Germán Larrea y su afamado “Grupo México”, no tiene algo rescatable y más cuando recordamos que su enorme fortuna (14 mil 700 millones de dólares), se construyó con la sangre de muchos mexicanos que fueron sus esclavos, perdón, quisimos decir “trabajadores”.
En la mina Pasta de Conchos, 19 de febrero de 2006, quedaron enterrados 65 mineros a causa de una explosión.
Va una sugerencia o fórmula para estar entre los más ricos de México:
En Coahuila, el salario de un minero es de entre 600 y 800 pesos a la semana.
En Sonora, el Grupo México pasa lista de asistencia y con toda la irresponsabilidad contamina los ríos Bacanuchi y Sonora.
El sábado 20 de septiembre se fracturó el represo de contención de contaminantes que en forma provisional se construyó en la mina Buenavista del Cobre, propiedad de Germán Larrea, con ello los ríos mencionados continúan contaminándose por las filtraciones de tóxicos (metales pesados, ácido sulfúrico y lixiviados de cobre).
El propietario del Grupo México también es director del Banco Nacional de México, integra el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y, hasta el 19 de septiembre pasado, era parte del Consejo de Administración del Grupo Televisa.
Aquí se presenta el conflicto de intereses y comete un pecado capital.
Como buen empresario, Larrea aspira a contar con una televisora y el Grupo Televisa, le da las gracias.
En cuanto a la contaminación de los ríos en Sonora, faltan algunas frases trilladas:
“Llegaremos hasta las últimas consecuencias” y “se aplicará la ley se trate de quien se trate”.
El dictador Díaz Mori y su alumno Rodrigo Medina
El problema en la mayoría de los políticos y gobernantes, es que se creen hábiles y hasta indispensables.
Es lo que ocurre con el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, quien recién declaró que si de él dependiera se quedaría otros 30 años más como gobernador ¿quién lo aguantaría?
Como si hubiera hecho bien las cosas después de 5 años al frente de esa entidad.
La diferencia entre algunos priistas de ayer y los hoy, es que los de antaño estaban conscientes de que el gobernador pagaba los autobuses para el acarreo de aplaudidores, las tortas, los refrescos, las playeras, las gorras y después de los mítines hasta les daban una lanita para el regreso.
Esto lo reconocía Alfonso Martínez Domínguez, otrora mandatario de Nue
Nuevo León, quien por cierto nunca quiso ser como el dictador Porfirio Díaz, a pesar del Jueves de Corpus.
En Rodrigo Medina, se puede hablar de ambición por el poder, nada más.
César Camacho y la democracia amañada
Acostumbrado a mentir y a simular que es demócrata, César Camacho Quiroz, persiste e insiste en las falacias como dirigente nacional del PRI.
Al propalar que, primero, el priismo reunió 4.5 millones de firmas en contra de las diputaciones plurinominales y, posteriormente, rectificó que fueron 6 millones 75 mil 752, Camacho Quiroz, exhibe que el sentido común no es su fuerte.
Cuando dio a conocer que 4.5 millones de priistas se pronunciaron en contra de las “pluris”, el César del PRI afirmó que en solo 18 días se había logrado la cifra, en este espacio dimos cuenta del talante de un político que aspira, por sus hechos y dichos, a la respetabilidad.
Hoy, este señor vuelve a las andadas y se mete en honduras al exponer el nuevo número de firmas, más de 6 millones, para acabar con diputados y senadores “pluris” que, en su momento, fueron un beneficio para el Revolucionario Institucional con su democracia inducida.
Como no hizo referencia al periodo en que se obtuvo tal número, se nos obliga a considerar que fue en los mismos 18 días y por ello retomamos la aritmética, esa que se cursa en la educación primaria.
Así, esas 6 millones 75 mil 752 firmas, en 18 días, se convierten en 337 mil 541 priistas diarios que repudian las “pluris” ¿Alguien se traga semejante mentira?
Lo anterior nos conduce a que cada hora “firmaron” 14 mil 64 personas.
Y viene lo peor cuando seguimos con la democracia amañada del César priista: cada 60 segundos, 234 militantes o simpatizantes del tricolor estamparon se huella digital, una cruz o su firma para rechazar esos incómodos cargos de elección conocidos como plurinominales.
Con estas operaciones básicas, se confirma una de dos cosas, que en Camacho Quiroz, el sentido común es el menos común de los sentidos o que, definitivamente, le pintó la cara al perredista Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva del senado.
Este es el neopriismo en manos de Camacho Quiroz, José Encarnación Alfaro y Samuel Aguilar Solís.
Los que saben, comentan en corrillos del tricolor, que la única valiosa del tricolor, es Ivonne Ortega.
El INE, los partidos políticos y la repartición
En materia de arbitraje electoral en México, todo cambió para que todo siga igual o… peor.
Porque en el Instituto Nacional Electoral (INE) o ex Instituto Federal Electoral (IFE), el PAN, el PRI y el PRD, continúan con el pésimo hábito de cuotas y de cuates. Casi lo mismo –pero ahora ciudadanizado– que lo que ocurría hace medio siglo.
La salvedad es que en el nuevo milenio, hay nuevas mañas. Ya tenemos alternancia, pero no vemos la transición. El neoliberalismo es el padre de la alternancia en nuestra vida democrática ciudadanizada.
Lorenzo Córdova, responsable del INE, está cierto que ya hizo el primer papelón ante el PRI como árbitro electoral. El pasado 21 de agosto, fue claro al rechazar la consulta del tricolor para terminar con los “pluris”.
PUBLICACIÓN ORIGINAL: http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/german-larrea-y-su-pecado-capital
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