Oscar Rodríguez
Normalistas de las escuelas rurales de Oaxaca realizaron la toma de la caseta de la autopista Oaxaca-México, para exigir que aparezcan con vida los normalistas desaparecidos y se esclarezca los asesinatos cometidos en contra de otros estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa ocurrido en Iguala Guerrero.
Los inconformes integrantes de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO) evitaron el cobro de peaje en la caseta ubicada en el tramo San Pablo Huitzo, realizando labores de boteo entre los automovilistas y choferes de transportes de carga.
También lanzaron consignadas tanto en contra del gobierno federal, demandando castigo a toda la red de complicidades detrás del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa, incluyendo el ex gobernador de Guerrero Ángel Aguirre y los mandos de las policía municipal, estatal y federal en Guerrero.
Los inconformes también se apoderaron de dos autobuses del transporte urbano que utilizaron para trasladarse a la pista.
Mientras tanto, activistas de la desaparecida Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se desangraron para realizar pintas y grafittis en la fachada inmuebles y comercios exigiendo justicia por el caso de Iguala.
A su vez, organizaciones sociales y docentes realizaron una nueva marcha en Oaxaca por el caso Ayotzinapa, donde se congregaron mas de mil personas.
En tanto el consejero ciudadano de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca Héctor Lorenzo Estrada alertó que el ataque en contra de estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa es una muestra de la crisis de Estado que afronta México y una llamada de atención para que en Oaxaca se atiendan los conflictos relacionados con las escuelas normales.
El especialista en derecho laboral recordó que durante la sesión del Consejo Ciudadano de la Defensoría realizada el 10 de octubre último, solicitó la emisión de una alerta temprana por los problemas que existen en las diferentes escuelas normales, que han propiciado una serie de manifestaciones porque los estudiantes de esas escuelas ejercen de manera constante el activismo social.
Lorenzo Estrada señaló que actualmente en el país se fomenta una continua criminalización de la protesta social, por lo cual los hechos de Iguala “ya se veían venir, considerando que en el estado de Guerrero había una criminalización sistemática de los normalistas y las diversas actividades que realizaban para obtener recursos y sostener su escuela”.
Sostuvo que no se debe olvidar el contexto en el que se dieron los hechos de Iguala, pues los normalistas que estaban en esa ciudad el día en que los agredieron, estaban recabando recursos para poder sostener actividades de activismo social y también para solventar diversas necesidades de la escuela.
Insistió en que el Estado tiene una política respecto a las escuelas normales que apuesta por su desaparición, lo cual se ve reflejado en la insuficiencia de los recursos que el gobierno está obligado a proporcionar para el mantenimiento de estos espacios educativos.
Lorenzo Estrada considera importante que la ciudadanía mantenga a una actitud de exigencia para el esclarecimiento de estos hechos, desde una postura activa, pues la exigencia no sólo será una forma de combatir la impunidad, sino una defensa del derecho a la educación pública.
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