· El maestro originario de San Antonio Arrazola, participa en la elaboración de los nacimientos monumentales que se exponen en el Museo del Vaticano.
· “En cada pincelada se manifiesta la cosmogonía de mis orígenes zapotecos y el orgullo de mi pueblo, que se expresa en esta ciudad”, afirma.
· “Oaxaca no puede imaginarse ni entenderse sin el talento de quienes a través de su arte recrean nuestra cultura popular”: Gabino Cué.
Ciudad del Vaticano, Roma.- El rostro del maestro artesano Angélico Jiménez Hernández refleja una inmensa alegría y satisfacción, luego de haber concluido su trabajo artesanal, que le llevó más de siete meses.
Durante este tiempo, el originario de San Antonio Arrazola, Oaxaca, elaboró con tallas de madera de cedro rojo, cinco figuras del nacimiento monumental que se exponen a partir del sábado 6 de diciembre en el Museo del Vaticano.
Se trata de los tres Reyes Magos, así como dos animales del nacimiento – un buey y un burro-. Las piezas fueron elaboradas a mano, pintadas cuidadosamente con la técnica del alebrije. En todas ellas se manifiesta el sello característico del maestro Angélico, ya que emplea significativos contrastes de color, así como cuadrículas casi perfectas que traza a mano con un fino pincel guiado por un pulso impresionante, las cuales son decoradas alrededor con grecas que reflejan la cosmogonía zapoteca.
Estas piezas son parte de las 1,200 creaciones artesanales que desde principios de año comenzaron a trabajar 142 familias originarias de 25 municipios de Oaxaca, quienes a invitación de los Museos del Vaticano, participan en la tradicional “Navidad Mexicana en El Vaticano”, la cual se inaugurará oficialmente este miércoles 10 de diciembre en este recinto histórico, el segundo más importante del mundo, que anualmente recibe tres millones de visitantes.
Al conocer los logros de los artesanos oaxaqueños en el Estado Vaticano, el Gobernador Gabino Cué señaló que la entidad es depositaria de una invaluable riqueza cultural, de una extraordinaria diversidad de lenguas maternas y pueblos originarios, pero sobre todo, de un universo de expresiones artesanales que se han sabido conservar y transmitir a lo largo del tiempo y de generación en generación.
“Son nuestros artistas, quienes con gran destreza y sensibilidad, proyectan la grandeza de este gran estado, a través de distintas obras elaboradas por medio de la cerámica, la madera, los metales, las fibras vegetales, y diversos materiales que han llenado de vida y colorido el mapa de nuestra cultura”, expresó.
El Ejecutivo Estatal indicó que “Oaxaca no puede imaginarse ni entenderse sin el talento de las mujeres y hombres que a través de su arte recrean la cultura popular”, sostuvo el mandatario, luego de felicitar a los creadores que con esta muestra enaltecen a nivel mundial el nombre de Oaxaca.
En la Plaza del Poppolo, un mítico sitio rodeado por magníficas fuentes y coronado por el Río Tevere que atraviesa la antigua Roma, el maestro Angélico Jiménez recordó la reunión que el pasado 20 de noviembre los artesanos participantes sostuvieron con el Gobernador, quien les manifestó todo su respaldo para realizar esta exposición. En el encuentro instruyó a la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico para que con el apoyo del Instituto Oaxaqueño de las Artesanías se trasladaran a esta ciudad las piezas artesanales.
“Nos sentimos muy agradecidos de que haya sido posible traer nuestro trabajo hasta este museo para demostrar que en Oaxaca existe un mundo mágico, lleno de color y arte”, agregó el maestro.
Con las manos entrelazadas y la mirada fija en el gran obelisco que emerge del centro de la Plaza del Poppolo, Angélico Jiménez recuerda cómo fue el proceso de tallado de las figuras de madera de cedro rojo que ahora se exponen en el Museo del Vaticano: “Los animalitos que tallé pesan más de 50 kilogramos cada uno. Además, cada Rey Mago pesa 80 kilogramos aproximadamente. Están pintados a mano, en un proceso de elaboración en el que se invirtieron siete meses, sin descansar”.
Relata que para el detallado de las piezas contó en todo momento con el apoyo de su familia y su hijo Angélico Jiménez Carrillo quien el pasado 21 de marzo fue reconocido con el Galardón Nacional “Benito Juárez”, otorgado en el Instituto Oaxaqueño de las Artesanías por el Gobernador Gabino Cué Monteagudo.
Luego del proceso de elaboración, la madera fue certificada y emplayada para su traslado hasta uno de los últimos afluentes del Mar Mediterráneo: Roma. Una vez en este país, se procedió a su desempaque, para comenzar con el armado de piezas y decorado del árbol de navidad.
De manera simultánea, en la Sala Paulo Sexto – que se ubica al interior de la Ciudad del Vaticano- se montará un segundo nacimiento, el cual fue elaborado a mano con madera de sabino o ahuehuete por el maestro Alejandro Vera, originario de Santiago Juxtlahuaca. Del árbol de navidad penden en sus ramas, esferas de barro negro, verde y vidriado, así como alebrijes en forma de mariposa, chapulín o libélula y rebozos multicolor.
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