Por Javier Cruz / La Jornada Baja California
Tijuana, BC. Aurora Meza, indígena kumiai de 53 años, traductora de cuentos para la Universidad de California-San Diego (UCSD), se encuentra recluida desde el pasado 25 de diciembre en la penitenciaría de La Mesa, acusada de abigeato.
La mujer, madre de cinco hijos, y sobreviviente gracias a las verduras y el frijol que anualmente cultiva en cinco hectáreas de su rancho “Encino Solo”, así como de la traducción de cuentos kumiais desde hace cinco años hace para la Universidad de California-San Diego (UCSD), dice tener testigos, entre ellos funcionarios de la Secretaría estatal de Fomento Agropecuario, de que la acusación es falsa.
Para los grupos Defensores de Derechos Humanos representa una de las últimas agresiones de influyentes mestizos mexicanos que buscan quedarse con las tierras de los ancestrales dueños del territorio que hoy ocupa el estado de Baja California, y que en la actualidad se reduce –al menos por lo que corresponde a los 120 integrantes indios de Nejí- a un territorio de 11 mil 700 hectáreas de extensión ubicadas en el municipio de Tecate.
Esta mujer, una de los 120 integrantes de la etnia kumiai de la comunidad Juntas de Nejí, forma parte de un grupo de abuelas que desde hace cinco años enseñan su lengua materna a los niños con cantos y arrullos.
Entrevistada en el penal dijo: “Son cinco caballos que tenían años metiéndose en mi propiedad, destruían mis hortalizas, mi cultivo de frijol, las llaves y las tuberías de mi rancho, además de contaminar con excremento y orina el agua potable que utilizamos en el rancho para beber, lavar y regar nuestras plantas y árboles frutales”. Explicó que siempre buscó al dueño de esos y otros caballos que provocan destrozos en su propiedad y nunca los encontró.
“No recuerdo si fue en junio o julio de 2013 en que estos caballos entraron una vez más en mi propiedad y destruyeron la tubería y mis hortalizas. Entonces cerré la puerta del rancho y por dos o tres días pregunté a la gente de quién eran los animales para que me pagaran los daños. Como nadie se hacía responsable, entonces fui a la delegación municipal del Valle de las Palmas (Tecate) y ahí un señor de nombre Artemio Valencia se interesó y se los vendí en dos mil 500 pesos cada uno, dinero con que yo podía pagar los daños”, aseguró.
Al día siguiente se presentaron en “Encino Solo” el comprador de los caballos y un inspector de Fomento Agropecuario la instruyó en el sentido de que ella no podía vender esos animales porque no eran de su propiedad. Frente al funcionario estatal devolvió el dinero a Valencia y ahora, por disposición del inspector, los equinos quedaron bajo su resguardo y con la promesa de que buscarían al dueño.
“A los pocos días me buscaron de Fomento para que me presentara en las oficinas de Mexicali porque ya habían encontrado al dueño. Fui y ahí hablé con quien dijo ser el hijo del licenciado Martínez, a quien jamás había visto y nadie en la comunidad de Nejí lo conoce porque no vive ahí. Este señor me dice que su padre estaba muy molesto y que iba a arreglar esto. Yo le dije a la gente de Fomento (Agropecuario) que los caballos estaban en mi rancho y que el dueño podía pasar por ellos en cualquier momento. Fue entonces que llegó el licenciado Martínez y me dijo de cosas y que me iba a demandar”.
Lo que siguió fue una cita para que acudiera a declarar en la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común en Tecate. Días después fue detenida acusada de robo de ganado.
“Me fui a Tijuana a recibir un curso del CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas) cuando uno de mis hijos me dijo que el licenciado Martínez, acompañado de otras personas en varios vehículos, se había presentado en mi rancho y que sin decir nada se llevó no solo los cinco caballos del problema, sino otros 40 ó 50 animales que pertenecen a la comunidad de Nejí” .
Sin embargo, el 20 de diciembre de 2014 policías estatales de Tecate la localizaron en el rancho que una de sus hijas tiene en Valle de Las Palmas, lugar en donde se encontraba de visita.
Sin mostrar ninguna orden de presentación o aprehensión, los agentes la llevaron directo a los separos de la Policía Ministerial en Tecate, dos días después y sin rendir ninguna declaración, fue turnada al Juzgado Penal de Tecate en donde le dictaron auto de formal prisión. El 24 de diciembre, luego de tener una crisis de salud por deshidratación y falta de insulina –padece diabetes-, fue trasladada a la penitenciaría estatal de La Mesa, en la ciudad de Tijuana.
Publicación original: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/01/13/indigena-de-bc-impugna-su-encarcelamiento-por-abigeato-6504.html
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