Oscar Rodríguez
El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, advirtió que el albergue “Hermanos en el Camino“ que se localiza en el municipio de Ciudad Ixtepec, en la zona del Istmo de Tehuantepec, se encuentra en una situación de sitio y alerta ante la amenaza de las fuerzas federales por realizar detenciones masivas de migrantes.
Solalinde Guerra dijo en conferencia de prensa el gobierno mexicano pretende criminalizar la migración, y ha cercado con la presencia policial el albergue tras el anuncio de la continuación del Vía Crucis 2015 que él mismo encabeza junto con casi 200 migrantes hacia la capital del país.
El Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal instalaron nuevos puestos de revisión en la Autopista Ixtepec-La Ventosa y en las carreteras federales en Juchitán y Matías Romero, Oaxaca, para impedir el paso del vía crucis 2015.
Aún con los operativos, Alejandro Solalinde informó que el vía crucis saldrá mañana miércoles hacia la Ciudad de México para protestar en la Secretaría de Gobernación (SEGOB) contra el Plan Frontera Sur que impide que los migrantes utilicen el tren como su medio de transporte.
Solalinde dio a conocer que el vía crucis saldrá mañana a las 7:30 de la mañana aún con los riesgos de que los migrantes que lo acompañan sean asegurados y deportados a sus países.
El sacerdote presentó ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y ante Amnistia internacional (AI) una solicitud de medidas cautelares para salvaguardar la integridad física de los migrantes que forman parte del vía crucis.
La marcha, inició el 24 de marzo en el sur de México y en esa ocasión un hondureño llevo una cruz de madera sobre sus hombros.
El gobierno federal lanzó en julio el llamado Plan Frontera Sur para impedir el tránsito de migrantes por su territorio y que implica operativos para bajar y detener a extranjeros indocumentados del tren de carga en el que se suben para viajar clandestinamente por el país, conocido como «La Bestia», así como en hoteles y posadas donde se alojan.
Se calcula que unos 200 mil extranjeros indocumentados, la mayoría centroamericanos, ingresan cada a año a México para tratar de buscar una mejor vida en Estados Unidos, en un camino plagado de amenazas de organizaciones criminales que los secuestran, extorsionan y asesinan.
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